Christelle Patt
Be you
Es increíble como en el momento que estas mas rendida, que ya quieres tirar la toalla y después de buscar y buscar como loca y no encontrar nada, ya estas a una decisión mas de dejar de lado aquello que querías y ¡pum! das una oportunidad mas y se hace. Estoy segura que no solo me ha pasado a mi y definitivamente no es la primera vez que la vida me da estas señales de “teniendo paciencia, las cosas fluyen”, pero es un hecho que por mas que se que debo estar tranquila por que las cosas evidentemente sucederán en algún punto, me entra ese nervio y puros pensamientos negativos que comienzan a nublar mi forma positiva de pensar.

Algo que he aprendido es que siempre escuches a tu sexto sentido. Nada en esta vida es cien por ciento bueno o malo, nadie tiene la verdad absoluta, es mas, ni siquiera lo que tus padres y familia te enseñaron tiene que ser lo correcto para ti. Entiendo que llega un momento en la vida en el que poco a poco empiezas a tener tus propios ideales y opiniones, muchos que en el fondo concuerdan con tus papás aunque no lo aceptes, otros en los que de plano no tienen nada que ver, y los terceros en donde quieres llevarles la contraria porque para ti es lo correcto pero el tabú de la familia es tan fuerte que aunque lo quieras hacer te hace sentir mal en el fondo.
Generalmente esto pasa mas en la adolescencia, pero a veces estos tabúes duran tanto que llegan hasta la adultez y son fantasmas que no te permiten desarrollar tu felicidad como quisieras. Uno no sabe que tanto te afectaron esos regaños de tu infancia por ser tu mismo, aquellos castigos por cosas que te apasionaban pero eran reprimidos por formas diferentes de pensar.
Es un hecho que siendo adulto, cuando reprimes esos sentimientos llega un punto en que crees que es lo correcto por que así te lo enseñaron, y pasa que criticas aquello que tu hacías, el típico “lo que te choca te checa”. Pero siempre hay tiempo para dejar eso que no te hace feliz y regresar a ser el alma transparente que eras.
No se vive para complacer, se vive para disfrutar. No tienes que complacer a tus padres, no tienes que hacer cosas que no te gustan por tu pareja, no existe tal cosa como el “yo hubiera hecho esto por ti” eso es manipulación, cada quien da lo que le nace como le nace. Tampoco hay que tener expectativas de los demás porque todos somos mundos completamente diferentes. En el momento que te aceptas y te libreras llega todo lo que quieres, poco a poco o de madrazo, pero llega. Si la vida te quita a alguien de tu camino, siempre es algo bueno, como dice Facundo Cabral “La vida no te quita cosas, te libera de cosas”.
Es hora de perder el miedo, el miedo a no ser digno de ciertas personas, de ciertos trabajos o hasta ser digno de las expectativas de nuestras familias. El amor en cualquiera de sus formas siempre es libre. Y uno como persona siempre es luz y obscuridad, nadie es perfecto, así que acepta que no eres perfecto y simplemente sonríe todos los días, y abraza los días malos. Porque todo en la vida lo tienes que disfrutar. Si hay algo en ti o en tu vida que quieras cambiar, siempre puedes hacerlo, solo no lo reprimas, acéptalo y cámbialo poco a poco, con consciencia de que lo quieres hacer. Tu puedes ser quien quieras.